lunes, 10 de junio de 2013

SALDO DEL VIAJE (HASTA HOY)

Mucha gente me ha felicitado por atreverme a vivir esta aventura; me han dicho que me envidian, me han reconocido el valor que se requiere dejarlo todo y buscar aquéllo que te hace feliz y me han confesado el terror que les ocasiona siquiera pensarlo.

La mayoría de las veces, cuando alguien se entera del viaje que realicé me dicen "cómo me gustaría hacer algo asi". Creo que la mayor parte de las veces no es cierto. Si así fuera, lo harían, pero tienen razones muy válidas para no desearlo realmente. Es normal caer en una zona de confort en tu vida y vivir de acuerdo a lo que te dijeron tus papás, en la escuela y lo que la propia sociedad dicta. De hecho, creo que es casi imposible no hacerlo, porque de hacerlo te convertirías en un inadaptado social.

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Sí, ya sé que no soy precisamente el blogger más disciplinado del mundo y que he abandonado a mis fieles seguidores, pero sobretodo, a mí mismo, pues esta es también una forma de contarme a mí una historia que no quiero distorsionar con el tiempo, de confiarla a mi memoria. Así que, obviando muchos detalles y dejando fuera muchos sitios y experiencias, en esta entrada trataré de sumarizar los útimos 8 meses de mi viaje y la experiencia de volver, que me parece que requiere un espacio considerable, así que me ocupará parte de esta y la siguiente entrada.

La última entrada de este blog, en abril de 2011 fué mi evaluación tras un año de camino. Para ese entonces, creía que el final estaba cerca...qué equivocado estaba!


jueves, 5 de abril de 2012

EL SABÁTICO DE UN AÑO


Me prometí que escribiría el día de mi aniversario, así que aquí voy…
Parece que fue ayer cuando apresuradamente (como siempre) salí de casa de mi hermano Lalo con mis maletas a medio terminar y tratando de pensar qué se me olvidaba rumbo al aeropuerto. Hoy he dejado atrás 18 países y más ciudades, pueblos, playas y aldeas de las que puedo recordar.
Este viaje, que me lo ha dado todo, quedará para siempre en mi memoria (o, en mi caso, digamos por muchos años porque mi memoria no se caracteriza por su capacidad de retención).